Washington, Estados Unidos.- Después de las objeciones de los grupos empresariales de EE. UU. a una regulación emitida bajo el mandato de Donald Trump, el gobierno de Joe Biden quiere una nueva opinión pública sobre el establecimiento de licencias u otros procedimientos para ayudar a las empresas a cumplir con una nueva regla general dirigida a las empresas de tecnología chinas.
Días antes de que Trump dejara el cargo en enero, el Departamento de Comercio emitió reglas finales provisionales destinadas a abordar las preocupaciones de la cadena de suministro de tecnología de la información y las comunicaciones (ICTS) planteadas por China, Rusia, Irán, Corea del Norte, Cuba y Venezuela.
«Se ha hecho evidente que se necesitan aportes públicos adicionales», dijo el viernes el Departamento de Comercio, y agregó que «está buscando información sobre varios aspectos de un posible proceso voluntario de autorización o autorización previa», según reporta la Agencia Reuters.
La regla se derivó de una orden ejecutiva de Trump de 2019 que decía que los adversarios extranjeros estaban «creando y explotando vulnerabilidades en la tecnología y los servicios de la información y las comunicaciones… para cometer acciones maliciosas habilitadas por el ciberespacio, incluido el espionaje económico e industrial».
“Me reconforta que se tomarán su tiempo y lo harán de una manera muy reflexiva y metódica”, dijo Judith Lee, abogada con sede en Washington, que se especializa en comercio internacional. «Es extremadamente amplio y eso es lo que lo hace muy aterrador para cualquier tipo de empresa de tecnología de comunicaciones o de Internet».
La Cámara de Comercio de EE. UU. y otros grupos empresariales dijeron que la regulación otorga al gobierno de EE. UU. «Autoridad casi ilimitada para intervenir en prácticamente cualquier transacción comercial entre empresas de EE. UU. Y sus contrapartes extranjeras que involucre tecnología, con poco o ningún debido proceso».
La Cámara de Estados Unidos había instado al gobierno de Biden a suspender la regla, calificándola de «altamente problemática» y agregó que imponía «costos enormes».
La concesión de licencias era una buena idea, pero «la enorme cantidad de transacciones cada año … limitará la capacidad de este programa para revisar las transacciones de manera oportuna».
La semana pasada, el Departamento de Comercio reveló que entregó citaciones a varias empresas chinas que brindan servicios de ICTS en Estados Unidos para ver si representan riesgos para la seguridad nacional.
Con información de Agencia Reuters.
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