Dinamarca tacha el preparado de Johnson & Johnson de su lista de vacunas para hacer frente a la pandemia. El Gobierno danés, que ya retiró la vacuna de AstraZeneca a mediados de abril, argumenta que su uso «no compensa el riesgo de posibles daños en forma de casos severos de trombosis». Esta decisión, que podría revocarse si empeora la pandemia, retrasará un mes, hasta finales de agosto, el calendario de vacunación.
Desde la OMS se insiste en que las muertes y los nuevos casos descienden notablemente cuando la mitad de la población está vacunada. El organismo quiere acelerar las campañas y multiplica los llamamientos para asistir a los países peor abastecidos.
«El mecanismo para acelerar el acceso afronta actualmente a un déficit de financiación de 19.000 millones de dólares. Estimamos que necesitaremos entre 35.000 y 45.000 millones de dólares más el año que viene para vacunar a la mayoría de los adultos de todo el mundo, los países del G7 podrían movilizar una parte sustancial de esos fondos.», afirmaba Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, en una rueda de prensa.
En una reunión informativa con la OMS, el ex primer ministro británico Gordon Brown ha propuesto que los países del G7 creen un fondo de 60.000 millones de dólares para ayudar con vacunas y asistencia sanitaria a los Estados más pobres. También aboga por superar los problemas de propiedad intelectual de las vacunas, una propuesta también evocada desde la Casa Blanca.
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