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Opinión | De memoria || Magcel, el hondureño… / Carlos Ferreyra

De memoria

Magcel, el hondureño…

Carlos Ferreyra

 

 

Cuento corto. El canciller, un franchute enchufado desde tiempos ancestrales en el sistema político mexicano, antes como fiel seguidor de la doctrina de la Revolución Mexicana, y hoy con lealtades incondicionales con la Revolución Transformadora.

No tiene ideología y para su tranquilidad cayó de pie en un país sin tendencia ideológica de ninguna especie. La nación del pragmatismo absoluto, donde como hemos dicho décadas, en el mismo partido cabe el explotador y el explotado, el productor y el acaparador, el político izquierdoso y el conservador y donde, en insólita mezcla en el mismo personaje público se manifiestan las tendencias filosóficas según los vientos.

Marcelo Ebrard Casaubon, fue uno de los activos valiosos de un grupo que se encaminaba a la Presidencia. Les falló y cualquiera en otro país debía pasar a rumiar su derrota y a planear el regreso a las lides políticas. Eso lleva tiempo y trabajo.

Pero esto es México; el mencionado, desde la Cancillería, disfruta su futura nominación presidencial, ya lo anunció su jefe Andrés Manuel. Mientras, hace lo que le sale de los congojos y deshace la antes orgullosa política exterior mexicana, moviendo funcionarios y asumiendo decisiones inconsultas.

 

 

Para consolar al Okupa del Palacio Virreinal, le deja nombrar a sus cuates, Payán en Barcelona, Arvide en Estambul, gente que disfrutará la munificente beca mientras dure. Aunque en su actual “responsabilidad” no sirvan sino para ofrecer desayunos con chilaquiles.

Magcel en su prolongada y muy redituable carrera burocrática, ha acumulado bienes sin fin pero hábilmente repartidos entre sus varias esposas. Porque se casa y descasa pero antes y desde su posición, las ampara con cargos y salarios sustanciosos. Ilegal, pero ahorra problemas, demandas y pagos por manutención.

Supimos, sufrimos y seguimos sufriendo y pagando la locura de la Línea Bicentenario, de la que conocimos aunque nunca en detalle, el infame tiradero de dinero, Sin que los defectos y errores de diseño hayan podido solucionarse. Para el recuerdo: había desgaste excesivo de vías porque el rodado de los vagones, los ejes, eran de diferente anchura.

Alguien chilló y Magcel salió pitando a París donde impúdicamente se mostraba residiendo en hotel de exclusivo hospedaje para plutócratas multimillonarios. En fotos que circularon profusamente devoraba pastelillos en presencia de niños supuestamente sus hijos y de una señora, presunta esposa.

No recordamos el nombre de la dama, pero parece que no es la actual pareja sentimental, una ex reina de belleza, hondureña, de apellido Bueso.

 

 

Uno de los primeros actos fallidos de López Obrador, fue la apertura de la frontera sur sin permiso de los del norte. Para celebrarlo, se reunió con el mandatario hondureño al que entregó majaderamente, en mano, varios cientos de millones de dólares, lo que anunció allí mismo.

Ofendido, el centroamericano se abstuvo de agradecer, antes bien, lanzó fuertes ofensas contra el presidente de México.

Eso no lesionó la relación, prendida con los lazos maritales ebrardianos. Hoy gozamos de un episodio inédito de esta novela de amor y ligas entre países hermanos: sucede que el contrabandista de vacunas a Honduras es un señor Bueso, hasta ahora y mientras no se aclare, cuñado del canciller.

El avión para seis pasajeros dos tripulantes, es propiedad de un arabuco con muchísimas propiedades inmuebles e industriales en Honduras y México. Ocupó un millar de vacunas de origen ignoto para igual número de trabajadores de sus empresas en Campeche. Y decidió llevarse más de cinco mil a San Pedro Sula donde reside.

Al momento de la detención, declararon los militares a cargo de impedir el contrabando, Bueso los amenazo y les advirtió que no sabían con quien se estaban metiendo.

Pronto se enterarían; de inmediato recibieron una orden “de arriba” para dejar en libertad a los frustrados contrabandistas que agarraron sus patas y se fueron a refugiar a su país.

Esa es la suposición, porque resulta que aunque los habían detenido en flagrancia, ahora informan que se salieron, no se fugaron, del hotel donde estaban y, claro, están desaparecidos. El avión, informan, está en custodia, un pinchurriento Cesna con seis asientos y dos pilotos.

 

 

Quedaron muchas cosas sin aclarar: quién puede dar órdenes a los milicos, el Comanche supremo o el titular de la Defensa. A petición, sin duda, de Magcel.

El falsificador de la vacuna cuya paternidad rechazan los moscovitas, dicen los rusos que es cercano al mandatario hondureño y también al mexicano, pero con la curiosidad de que tiene ligas cercanas también con los gerifaltes tricolores (el actual es campechano) y con panistas.

Y los rusos advierten lo más sencillo, las ampolletas no corresponden a las generadas por ellos e inclusive el etiquetado en teórico alfabeto cirílico, está errado y sin pies ni cabeza, lo generó un ágrafo.

En San Pedro Sula, capital industrial y financiera del país, se acaba de celebrar un gran homenaje al patriarca de los Bueso, que en la dinastía cuenta hasta con un presidente nacional. Y es sede del más importante banco, propiedad de los Bueso.

El homenajeado cumplió 101 años y todas las actividades económicas y culturales se paralizaron. No faltó la consabida foto del recuerdo con la familia desplegada en torno al anciano. Personalmente imposible identificar al Bueso contrabandista y a la Bueso cancilleresa, perdón por el neologismo. La gráfica que usamos es del paquistano o pakistaní, jefe de toda la operación.

De sus negocios y alcance económico no sabemos nada. Pero atenidos a historias pasadas, cuando usan aviones personales, los manejan en aeropuertos cuasi clandestinos y buscan estrechar amistad con las autoridades… historia conocida, así que coopelas o cuello, dijo el chinito.

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