El encierro de la pandemia, trajo consigo cambios en nuestras vidas, entre ellos, el aumento de peso. El cambio en nuestra rutina, la ansiedad, angustia, falta de actividad física y largas horas en casa, trajo consigo un innegable aumento de peso, en algunos más que en otros. Sin embargo, especialistas señalan que en promedio, los mexicanos subimos entre 7 y 9 kg en pandemia. Te decimos cómo bajar de peso después de la pandemia sin rebote.
Mantener un peso saludable, va más allá de un tema estético, pues el aumento de peso se asocia con problemas de salud, en especial cuando alcanzas los niveles de sobrepeso u obesidad.
No todos necesitamos bajar de peso, es la realidad. Algunos quizá subimos 1 o 2 kilos, que fácilmente se recuperan retomando los hábitos saludables, comiendo menos alimentos procesados y haciendo ejercicio.
De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades, una forma de darnos una idea, es a través del índice de masa corporal (IMC), cuando es de 25 a 29.9, tenemos un sobrepeso, pero cuando supera los 30, se convierte en obesidad.
En estos casos, es muy importante platicar con tu médico sobre qué puedes hacer para bajar de peso de forma saludable y reducir el riesgo de complicaciones. De acuerdo al National Heart, Lung and Blood Institute, el sobrepeso y la obesidad aumentan nuestro riesgo de algunas enfermedades.
Pero específicamente, la obesidad se asocia con complicaciones como el síndrome metabólico, diabetes tipo 2, niveles altos de colesterol y triglicéridos, enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, problemas respiratorios, hígado graso no alcohólico, dolor de espalda, artrosis, entre otras.
Siete Consejos:
Elimina la idea de perder 5 kilos en una semana, la recomendación general es bajar medio kilo a un kilo a la semana lo cual no sólo te ayudará a bajar de peso a largo plazo sino que no dañará a tu salud. Perder mucho peso tan rápido puede propiciar cálculos biliares.
Disminuye las calorías. Una de las constantes durante la pandemia fue que la actividad física decayó, mientras que el consumo de calorías fue el mismo o incluso aumento. Consulta a un nutricionista para que determine cuáles son tus necesidades. Lleva una dieta balanceada también, una guía básica es elegir alimentos naturales y reducir al mínimo los procesados, grasas saturadas y azúcares añadidos. Come frutas y verduras, proteínas magras, lácteos descremados y grasas saludables.
Los CDC recomiendan que para reducir el riesgo de rebote te plantees un patrón de alimentación realista, es decir, que puedes mantener a largo plazo. Las dietas restrictivas con alimentos muy caros o preparaciones complicadas pueden ser difíciles de mantener y por lo tanto propiciar la recuperación de peso.
No te saltes el desayuno. Aunque se tiene la idea de que no desayunar ayuda a bajar de peso, la realidad es que el desayuno es un factor común entre personas que han perdido peso y no lo recuperan esto porque ayudar a evitar acumular hambre. Apuesta por un desayuno incorporé los diferentes grupos alimenticios.
Mantente hidratado. De acuerdo a la clínica de la Universidad de los Andes en un proceso de pérdida de peso es importante aumentar el consumo de líquidos hasta llegar a 2 litros al día, esto no sólo porque es bueno para nuestra salud, también evita confundir señales de sed con hambre.
Incorpora la actividad física. Después de más de un año encerrados el cuerpo pide movimiento, esto no sólo te ayudará a perder peso sino a no rebotar, según los especialistas, quienes realizan de 60 a 90 minutos de actividad física moderada ayuda a mantener un peso saludable.
No olvides entrenamiento de resistencia pues éste te ayuda a aumentar tu masa muscular que contribuye a un metabolismo más rápido además de beneficiar tu cuerpo en general.
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